Quienes participan en proyectos necesitan reflexionar sobre su progreso, ser honestos sobre sus fallos y escuchar críticas constructivas. Si no, comenzarán a perder contacto con la realidad.
En la espiral de hacer que la iniciativa vaya adelante y hacer cosas estimulantes, es fácil dejar de cuestionarse si el proceso avanza en la dirección correcta, de forma saludable. Detenerse de forma regular a preguntarse “¿Qué tal lo estamos haciendo?” es un chequeo de seguridad esencial. Esto puede tener lugar a diferente escala. Añadir cinco minutos al final de cada reunión para discutir si ha sido efectiva, y cómo podría haber funcionado mejor, puede resultar muy útil.
Para proceder con mayor profundidad, se puede planificar un día interno dedicado a valorar cómo las cosas están funcionando y hacia dónde van. Una reflexión con mayor carácter público puede ser apropiada también. Por ejemplo, se puede celebrar una tarde “¿Cómo lo estamos haciendo?”, en la que se invite a la comunidad a expresar cómo ve el proceso. Podría empezar con una ronda en la que cada uno de los grupos de trabajo ofrezca en tres minutos un informe sobre lo que están haciendo, y de los proyectos en marcha, seguido de una ´Encuesta de Valoración´ que interrogue sobre “¿Qué es lo que va bien?”, “¿Qué podemos hacer de manera diferente?” y “¿Qué cosas nos preocupan?”
De forma regular dedique tiempo a evaluar qué tal lo está haciendo su iniciativa, mediante eventos internos o externos, que ofrezcan la oportunidad de valorar con honestidad el trabajo realizado, asegurándose de que las ideas generadas y la información recabada circulen abiertamente disponibles y de que se actúe en base a ellas.
También puede ser útil consultar…
Medir el Impacto (Empezar 6)
Realizar Reuniones Eficaces (Herramientas 4)
Expresión Práctica (Avanzar 2)
Celebraciones (Avanzar 5)
Celebrar el Fracaso (Avanzar 6)
Conflicto Saludable (Herramientas 11)