Juan del Río, cofundador de Red de Transición, ha sido entrevistado por el9nou.cat. Compartimos aquí la conversación traducida, acerca del movimiento de Transición.
Si quieres leer la entrevista original en catalán puedes hacerlo haciendo clic aquí.
Anatomía de un cambio climático
Juan del Río, de 42 años, es hijo de Mallorca y vive en Cardedeu desde hace unos diez años. Es coordinador de Red de Transición, parte de un movimiento internacional, y tiene como lema: “Construyendo resiliencia en tu comunidad”.
¿Qué busca Red de Transición?
Somos una asociación que trabajamos en el Estado, y promovemos procesos de transición ecosocial comunitarios. ¿Cómo se manifiesta más concretamente? Hacemos formaciones, apoyamos y ofrecemos consultoría a las iniciativas, hacemos red y conectamos iniciativas y procuramos mostrar lo que se está haciendo, por ejemplo, con el documental AlterNativas: construyendo futuros posibles, que estamos estrenando estos días, junto a Agustí Corominas.
¿Se trata de un movimiento global?
Sí, es un movimiento internacional que nació en 2005 en el sur-este de Inglaterra y que ahora se encuentra en unos cincuenta países. Es una red con distintos hubs por países, Red de Transición es el hub del Estado español.
Se definen como un “un experimento ecosocial”. No hay soluciones mágicas para adaptarse a un mundo en emergencia climática, ¿cierto?
Justamente queremos mostrar que hay escenarios de futuro posibles, pero que huyen del tecnooptimismo, que quiere decir que la ciencia y la tecnología nos permitirán continuar creciendo por siempre y eso es físicamente imposible. Y también huimos de escenarios sin solución del tipo habrá un colapso total y no podemos hacer nada.
Estamos experimentando porque nos enfentamos al reto civilizatorio más grande de la humanidad. Por ejemplo, estamos perdiendo más biodiversidad que cuando se extinguieron los dinosaurios; estamos hablando de cambio climático; estamos hablando de que el petróleo y otros recursos naturales disminuyen… Por tanto, todo esto es un aprendizaje continuo e incluye muchas variantes: medioambientales, económicas, culturales…
Ustedes no esconden que lo que hace falta para sobrevivir es decrecer.
Que quede claro que el decrecimiento que defendemos es el decrecimiento de consumo de materias primeras o de producción de bienes y servicios. Porque eso implica a la vez un crecimiento de muchas otras cosas que hemos perdido, como la conexión con la naturaleza o las personas que te rodean, o menos estrés y depresión. Además, aunque queremos, no podemos continuar creciendo de forma infinita en consumo y producción, ya estamos sobrepasando los límites planetarios. Sólo hay dos escenarios: uno que ya sucede en muchos lugares, donde los ricos acaparan más dinero y la gran mayoría cada vez tiene menos. Eso sería un escenario ecofascista. O un escenario en el que la gente aprende a vivir de una forma más sencilla, más colectiva y en apoyo mutuo. Esta transición es la que nosotras queremos promover.
¿Qué ejemplos de transición le han llamado más la atención?
No hay ningún proyecto increíble que lo solucione todo. Lo que está pasando es que hay muchos proyectos, muy interesantes, que trabajan a pequeña escala y que se adaptan a su contexto. Hay proyectos en todos los ámbitos: economía, alimentación, energía, transporte, etc. Ahora mismo estamos haciendo la entrevista en Cardedeu, en un lugar llamado Esbioesfera, que es una escuela de autosuficiencia, un restaurante slow, con huertas cooperativas… O tenemos La Magrana Vallesana, de Granollers, o La Fresca, de Cardedeu, que son cooperativas de consumidores y productores. Son personas que promueven la producción de alimentos cerca de casa y el consumo de estos alimentos también localmente. Todo esto tiene un efecto directo en la construcción de resiliencia local. O sea, en cómo nos adaptamos a nuestros entornos, pueblos y ciudades a los efectos del cambio climático y a la crisis económica y hace que reduzcamos las emisiones de CO2.
¿Qué tiene Cardedeu para que esté haciendo de capital de la transición?
No solo Cardedeu, también los alrededores. En el Vallès Oriental y el Baix Montseny están pasando muchas cosas y son por una suma de muchos ingredientes: el clima, el entorno, la gente…
Esta entrevista ha sido realizada por Jesús Medina de el9nou.cat. Las fotografías son de Griselda Escrigas. Traducción y maquetación en la web de RedT por Esther Molina.