Los próximos 9 y 10 de octubre tendrá lugar el II Congreso Internacional sobre el Pico del Petróleo – Más allá del Pico del Petróleo: el futuro de la energía – organizado por la UNED y la Fundación Ramón J. Sender en Barbastro (Huesca). Un congreso en el que se darán cita grandes expertos de todo el mundo sobre la crisis energética y el pico del petróleo y en el que participará Juan del Río, miembro de la Red de Transición España.
La inscripción está abierta hasta el 25 de septiembre. Podéis consultar la web con toda la información y ver todos los videos de la 1º edición.
El origen de este importante congreso se remonta a cace unos años, cuando el Centro de la UNED de Barbastro decidió destinar una parte de sus nunca muy abundantes recursos a la organización de unas jornadas, que entonces denominamos I Congreso Internacional «Pico de Petróleo ¿realidad o ficción?», dedicadas al estudio y análisis de la posibilidad y de las consecuencias de un déficit persistente de combustibles líquidos.
La existencia de recursos financieros, ilimitados en la práctica y cada vez más desligados del capital natural que teóricamente deberían representar, sigue permitiendo la fantasía de producir energía a costes energéticamente prohibitivos pero asumibles desde el punto de vista monetario. La extracción, a cualquier precio, de fases intermedias de la transformación de residuos fósiles en algo parecido al petróleo ha supuesto un punto de inflexión en la curva de Hubbert, sobre todo en los Estados Unidos. En algunos ambientes esto se ha considerado como una refutación en toda regla de las teorías sostenidas por los denominados peakoilers, y ha permitido acusarles, ahora con aparente fundamento, de catastrofistas y apocalípticos.
Sin embargo si dejamos de lado los intereses económicos de las compañías petroleras, el mayoritario interés por el mantenimiento del BAU y la potencialmente catastrófica ignorancia en estas cuestiones de la población y en particular de sus líderes lo que aparece es un intento casi desesperado de acceder, mediante procedimientos de indudable mérito técnico como la fracturación hidráulica, a los últimos recursos naturales transformables en combustibles líquidos. Es posible que estos procedimientos nos hayan dado un tiempo extra aprovechable para intentar hacer más llevadero el tránsito a una sociedad post carbón. Pero también es cierto que la energía abundante y barata es la que ha permitido a la población mundial triplicarse en poco más de cincuenta años y lo que vaya a ocurrir en el momento en el que no esté disponible es algo que no podemos contemplar sin aprensión. Sigue leyendo